Bajo el intenso sol de Ilabaya, con los zapatos cubiertos de polvo y el río como único obstáculo en el camino, el alcalde distrital Juan Ordoñez Miranda no dudó en avanzar. Paso a paso, recorrió los senderos de Chejaya, la tierra de peras, dispuesto a escuchar a su gente, no desde una oficina, sino allí, donde nacen sus necesidades y esperanzas.
Durante la reunión, los dirigentes comunales contaron sus preocupaciones, como es la urgencia de proteger su tubería de agua con un paso a desnivel, la necesidad de mejorar los canales de riego y reforzar las defensas ribereñas. Pero, sobre todo, pidieron algo esencial: un nuevo puente peatonal, ya que el actual está colapsado, dejando a muchas familias en vulnerabilidad.
Con la mirada firme y la determinación de quien conoce el valor de la tierra y su gente, el alcalde Ordoñez no solo escuchó, sino que se comprometió. No fueron solo palabras, sino el inicio de un camino hacia soluciones reales, anunciando la puesta en marcha de estudios técnicos para evaluar y ejecutar los proyectos que cambiarán la vida de los pobladores de Chejaya.
El mensaje fue claro: el progreso no llega solo, se construye con decisión, cercanía y acción. Y en Ilabaya, el alcalde Juan Ordoñez lo está demostrando.


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